Escorpio

ERES TODO

Eres fuerte, valiente, resiliente. Si quieres, eres capaz de lograr todo lo que te propones. También eres sensible, vulnerable, creativo, espontáneo, apasionado, intenso, paciente, constante, resistente, perseverante, flexible, abierto, comunicativo, divertido, risueño, alegre, enfocado, curioso, listo e inteligente. Eres honesto, humilde, generoso, intuitivo, libre, único, independiente, diferente, auténtico, trabajador, constante, responsable, inocente, servicial, amoroso, entregado, abierto, cariñoso, compasivo, poderoso.

También eres impaciente, dependiente, tienes miedo, sientes que no puedes, tienes celos, vergüenza, envidia, te enfadas, sientes ira, frustración, culpa, rabia. Dudas, no sabes, te desesperas, te evades, te dispersas, te victimizas, generas muchas resistencias. Juzgas, te juzgas, te obsesionas, te limitas, te infravaloras, te rechazas, a veces hasta te odias.

Atacas, te defiendes, te apegas, no avanzas, procrastinas, desconfías, te pones rígido, muy frío. A veces aparece la soberbia, la vanidad, la prepotencia.

Solo cuando aceptas sin ningún tipo de juicio que eres todo es cuando puedes encontrar paz. Si únicamente nos identificamos con una parte de nosotros, la otra, la que no nos gusta, la que rechazamos y que queremos tapar, todo aquello que no queremos ser, lo proyectaremos fuera, nos limitará y nos someterá.

Lo que somos, todo, es sagrado, porque todo, en sus dos polaridades nos sirve para transformarnos y evolucionar.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Freestocks

DOY MUERTE

Hoy doy muerte al miedo a vivir, a arriesgar, a ser yo misma, a decir lo que pienso, a sentir lo que siento.

Hoy doy muerte a todas esas creencias que aprendí, que acepté sin cuestionar, que me limitan y me encarcelan. Hoy doy muerte a mis dudas sobre quien soy. Doy muerte a los pensamientos que me atormentan, a los que me dicen que la enfermedad es real, que el sacrificio tiene recompensa, que no puedo, que no soy capaz, que no me fie, que no suelte el control.

Hoy doy muerte a cualquier memoria de culpa, de no merecimiento que pueda existir en mi interior. Doy muerte a esa tendencia tan mía de dejarme para más tarde, de no confiar en mi intuición, de asumir responsabilidades de otros, de cargar mis espaldas sin atreverme a decir “no”. Hoy doy muerte a la impaciencia, a la frustración, a la víctima, a la queja. Doy muerte al juez que habita en mi interior, a todas las trabas que me pongo para no sentir, para no abrazar mi vulnerabilidad.

Hoy doy muerte al miedo a no tener, a no poder amar, a no ser libre, a no ser capaz de manifestar lo que deseo. Doy muerte al miedo a mi poder, a la cruz y al sufrimiento. Hoy doy muerte a todo lo que me separa del amor, de esa luz que habita en mi corazón. Hoy elijo morir y dejar ir a la persona que no puedo seguir siendo.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Bruno Van Der Kraan

VERDADERO AMOR

Eres generosa. Valiente. Libre. Positiva. Cuando te caes, tienes una gran capacidad para reponerte y volver a empezar. Eres creativo e ingenioso. Con poder para generar prosperidad. Eres optimista, resiliente. Independiente. Sabes fluir, soltar y entregar. Brillas cuando despliegas tus dones. Eres compasivo y sabes perdonarte y perdonar. Amas. Das. Eres millonario en recursos y en talentos. Estás llenita de regalos en tu interior. Tienes capacidad para sentir al máximo. Para profundizar, para llenar tu vida de sentido y de intensidad. Eres alquimia pura. Tienes alas para volar. Te sobra capacidad para vivir desde la vulnerabilidad, para estar en paz con tu inocencia y con tu derecho a recibir. Eres intuición, sabiduría y tesón.

Eres todo eso y seguro, mucho más. Eres luz y siempre lo serás, pero en ti también hay oscuridad. Eres miedo, tristeza y a veces mucha frustración. En ocasiones habitas en esa sensación de abandono que te hace diminuto. También te sientes perdido, solo y vacío. A veces quieres gritarle al mundo que no puedes más. Que estás harta. Que necesitas que te cuiden y que te quieran. A veces la rabia te come. El enfado se apodera de tu garganta y deseas desaparecer porque crees que solo así podrás dejar de sufrir. Estás cansado y te abate el pesimismo. A veces la preocupación te puede, el pánico y la falta de fe. Y todo esto está bien.

Tu luz no se hace más pequeña por tu oscuridad. Tu luz crece cuando te atreves a reconocer tus vergüenzas, tu porquería, tus guerras internas, tus miedos, tus necesidades o tus carencias. Cada vez que niegas esa parte de ti, cada vez que te sientes triste y quieres huir de ese sentimiento, cada vez que tapas tu frustración o tu rabia, cada vez que escondes tus miedos y tus debilidades, cada vez que aparcas tu pesimismo, también te alejas de la posibilidad de encontrar paz en tu interior. Te alejas de la posibilidad de conocer el verdadero amor.

Solo si aprendemos a aceptar, a sostener y a abrazar nuestra oscuridad, solo si nos negamos a juzgar lo que somos, lo que nos pasa y lo que sentimos, solo así podremos recuperar la sensación de unidad, de coherencia y de plenitud interna. Solo así sabremos lo que de verdad quiere decir amarnos a nosotros mismos.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Fahad Bin Kamal

ALQUIMIA

Los obstáculos más grandes, las experiencias más desafiantes son también nuestras grandes oportunidades. Nuestras sombras más oscuras y nuestros miedos más profundos esconden siempre infinitas posibilidades. Eso que no queremos enfrentar, que mantenemos en un dañino letargo es lo que puede proporcionarnos la mayor transformación y la más profunda sanación.

Que todo contiene todo, que el Yin no es sin el Yang puede resultarnos fácil de entender a nivel mental, pero la verdad es que cuando nuestra oscuridad grita, cuando nuestras experiencias nos golpean y cuando nuestra mente nos fusila con pensamientos y creencias que nos atormentan, nos sentimos tan abatidos y tan asustados que nos creemos incapaces de ver la salida, de encontrar la seguridad suficiente para saber que nuestra oscuridad tan solo es la otra cara de nuestra luz.

Es en los momentos de mayor tiniebla cuando más comprometidos debemos estar con nosotros mismos. Es en los momentos de mayor inseguridad cuando más valentía y coraje necesitamos mostrar.

Nuestra oscuridad es nuestra gran oportunidad para transformarnos. Es nuestro mayor desafío porque, constantemente, nos está invitando a enfrentar lo que más miedo nos da. Nuestra oscuridad es el resultado de una profunda falta de amor hacia nosotros mismos, y surge como consecuencia de querer ser sin ser, de tapar, de ocultar, de reprimir, de juzgar y de prohibir lo que somos, por eso, cuanto más amor, más respeto y más cariño le demos, más fácilmente nos va a mostrar toda la luz que esconde dentro. Transformar nuestra sombra es la única posibilidad, y para ello, debemos utilizar nuestro poder alquímico.

Alquimizamos cuando dejamos de cuestionarnos el por qué de las cosas y comenzamos a preguntarnos por el para qué, cuando vemos oportunidad en vez de desolación, cuando nos entregamos con los ojos cerrados a lo que nos está ocurriendo y a lo que estamos sintiendo, cuando la intensidad de nuestras emociones deja de ser un obstáculo y se convierte en el camino para experimentarnos, cuando soltamos el control y dejamos ir nuestras resistencias, cuando confiamos en que todo lo que está ocurriendo es lo que necesitamos para recuperar la armonía en nuestras vidas, cuando sabemos que alcanzar la luz es lo mismo que abrazar nuestra oscuridad, cuando dejamos de escapar, y sustituimos esquivar por afrontar, cuando, pese al miedo, nos abrimos al cambio y cuando el desapego y la intuición se convierten en nuestras armas.

Para renacer a una nueva vida, primero tenemos que morir. No podemos vivir si antes no nos permitimos dar muerte.

Podemos hacerlo, podemos permitir, soltar y confiar. Eso es alquimizar.

Feliz presente y feliz Luna Nueva,

Almudena Migueláñez.

Photo by Yousef Al Nasser

Photo by Yousef Al Nasser